No me acordaba de este texto, antes usaba más mi cerebro.
Me da mucha risa nerviosa cada que pienso en lo que la pandemia me arrebató. Yo no debería estar guardada en mi casa, contaba con la transición forzada de la secundaria a la prepa para ganar libertades que nunca había conocido. Yo quería experimentar, conocerme, caminar sola en la calle, aprender a andar en metro, hacer amigues, enamorarme, vivir un poco, conocer mis límites y mis emociones y mis inclinaciones políticas, queria aprender a quererme y aceptarme yo misma. Pero llevo dos años de encierro y no veo clara mi salida, me gusta imaginar que soy una princesa atrapada en su torre y un caballere vestide en ropa de hospital va a llegar cabalgando hacia mi rescate empuñando una vacuna y liberándome de las muchas ataduras que me ha impuesto el miedo hacia él quizá de la situación actual del mundo.
Después de la pandemia no se que voy a hacer (si sobrevivo), esa es otra cosa, la enorme probabilidad de morir antes de que se erradique esta pandemia agrega una capa más de ataduras a mis ya prominentes esposas y camisa de fuerza que llevo dos años cargando, si me llego a morir voy a morir joven y sin experiencias, mi recuerdo va a ser chiquito, ella no habra vivido una vida llena de emociones y experiencias pues ella no logró llegar a vivir absolutamente ninguna experiencia formativa, pues perdió dos años de su juventud guardada en su casa. Ella Malika no ha vivido, no es sabia no dejó huella a pesar de intentarlo por un corto rato. Que triste es la muerte prematura, la vdd no se si es más triste el hubiera o lo poco que hubo, si me muero en esta pandemia ¿mi arte tendría algún impacto póstumo? ¿será que ganaré fama con mi muerte? ni idea la verdad, esas son cosas que no se pueden predecir.
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